Juanito es un chico sin familia. Siempre ha sido un niño
solitario, con problemas. Le han puesto la etiqueta de raro pero nadie ha
definido qué le ocurre. Se ha criado sintiéndose abandonado, traicionado por la
vida. Además es gordito y siempre se han burlado de él. Nunca ha tenido amigos,
pareja. A sus casi 27 años sigue siendo
virgen. Está amargado. Ni siquiera sabe lo que es un beso. Sueña que algún día llega
a su vida ese príncipe azul que lo rescate de su vida llena de amargura. Su
diario es su único aliado.
Diario de Juanito,
30 de mayo
Hoy se me ha cumplido el sueño que tenía desde la primera
vez que fui al psiquiatra hace ya más de cuatro años. He conocido al macizo de
los psicólogos. Con él cualquiera no se cura. Lástima que es un hecho puntual, a lo mejor no lo volveré
a ver y me da pena. Me han propuesto
entrar en una terapia (estudio para la depresión) y él tiene que decidir si
entro o no (bueno él me hace la entrevista no es el jefe). Lo más seguro es que
me digan que no, con mi suerte… y en todo caso y de ser que sí no creo que él
sea quien la haga. Así que seguro que no lo vuelvo a ver.
He hablado con él por móvil. Me ha dicho que me esperaba.
Se veía simpático, joven. No imaginaba que fuera tan guapo. Es de tipo como los
que a mi me gustan, de los que me muero si puedo ver desnudos cuando voy a la
piscina. Es de esos chicos que si veo que van a las duchas cuando yo aún no iba
a ir los sigo sólo para contemplarlos en todo su esplendor. Es un sueño de
hombre. Ha sido una muy agradable sorpresa cuando me lo he encontrado ahí
esperándome. Lástima que había otra chica sino hubiera estado perfecto. Me
hubiera encantado hablar con él de temas amorosos-sexuales. Lo de sexual es un
decir ya que la única experiencia que tengo es en solitario pero me hubiera
encantado hablar con él de eso. Igual que me encantará darme placer con esa
mano que ha tocado él. Sí, me ha dado la mano. Buf, hace siglos que un chico y
más un chico guapo no me da la mano. Casi me desmayo. Hemos pasado juntos dos
horas. En un momento en el que no tenía ninguna ilusión me ha venido muy bueno.
Sólo el actor Pablo Martínez, mi payasito de Casi Ángeles me da ilusión para
vivir. Por él comencé a ir a terapia,
quise ser como él que iba a terapia. Ahora hace mucho que no sale en la
tele y eso me duele. Por cierto, no sé si es que estoy loco pero mi psicólogo
se parece mucho a él. Se llama Ian. Se me ha presentado y hasta tengo un papel
con su nombre, su apellido y su firma. Es delgadito. Más o menos de mi
estatura. Cabello más claro que el mío. Lleva barbita de varios días que lo
hace muy atractivo. Me ha encantado porque, a parte de estar muy bueno, es súper
simpático. Muy amable, muy atento. Hemos estado hablando como dos amigos. Se ve
muy cercano. Ha sido muy lindo pasar tanto rato con él. Nunca había pasado
tanto rato hablando con un macizo. Ojalá lo vuelva a ver pero sólo por este
rato el tratamiento ya me ha ayudado. Hoy me ha hecho sonreír y tengo un
subidón… la chica comentaba, puntualizaba alguna cosa pero la mayor parte del
tiempo era una conversación entre él y yo. En algunos momentos hemos estado a
solas.
Son demasiadas cosas. No es una conversación para
recordar pero me ha gustado. A veces puntualizaba algo. Me pregunta si me
preocupa alguna parte de mi cuerpo y yo no entiendo si quiere decir si algo no
me gusta. Hombre estoy gordo, tengo los genitales como los de un niño y eso me
amarga. No sé qué decirle. Se lo pregunto.
--todos tenemos alguna parte del cuerpo que no nos gusta
–me dice.
Pues no entiendo que no le puede gustar a él de su cuerpo
si es perfecto.
--¿notas alguna olor que los demás no noten? –me
pregunta.
¡pero qué clase de pregunta es esa¡ Se me queda una cara.
--sí, es una pregunta extraña –me dice muy simpático.
Sonríe en algunas ocasiones y me encanta.
Me comenta de qué va el estudio que están haciendo, que
no sabe si yo entraría en el programa ya que mis problemas son más bien de toda
una vida y no de un hecho concreto que me haya provocado depresión que es lo
que miran aquí. Espero que sí, que lo vuelva a ver. Si no me quedo con esta
tarde, la mejor de mi vida. Es un recuerdo bonito y que no quiero olvidar. Gracias
a él me siento feliz. Sería tan bonito volver a verlo.
--si volvemos a quedar sería el próximo jueves a esta
hora –me dice.
Así que supongo que la siguiente cita sí será con él.
Primero me da la mano ella. Él se levanta y me vuelve a dar la mano (me la
había dado en la presentación). Después de compartir dos horas con él ha sido
muy bonito que me diera la mano.
--gracias por todo
--me dice él.
¡¡Gracias a ti por existir¡ Eres lo más bonito que me ha
pasado en la vida. Ojala se lo hubiera podido decir. Es un chico muy majo que
me gustaría tener como amigo y ya no digo como pareja.. Yo estoy demasiado
agitado.
--te dejas el saco –me dice.
Yo salgo que estoy saltando, tengo el corazón que me sale
de la garganta. Yo esperaba el bus y han salido ellos. Yo he suspirado. Nos
hemos saludado. Me habría gustado que él se acercara a mí pero me hubiera
desmayado. Me ha gustado volver a verlo y fijarme en su culito. Los jeans los
lleva un poco caídos y se le ve el culo aplastado.
Tomaban el mismo bus que yo pero me ha dado vergüenza y
he tomado el primero que salía y he ido a parar a la otra punta.
No me ha costado encontrarlo en facebook: Ian Gaitán King. Sólo hay dos
fotos y no muy buenas pero estoy muy contento de poder mirar fotos suyas, que no
esté sólo en mis recuerdos. En una está muy contento con un chico ¿el novio? No
estaría nada mal. Me gustaría que algún día pudiera hablar con él de temas
sexuales. Tiene 25 años. Ha sido un momento muy especial el que he vivido con
él que me ha hecho sentir un fuego dentro mío que espero que me ayude a tirar
hacia delante. Espero volver a verlo. La próxima semana lo sabré.
Son las tres de la mañana y no tengo sueño. Cada vez
estoy más ansioso pensando en Ian. Llevo horas suspirando por él y mirando sus
fotos. Bendito facebook, es el invento del siglo. Es increíble como nos acerca
a la gente. Es increíble que me sienta así por una visita al psicólogo. Me
siento como si me hubiera pasado algo bonito pero es que él es especial. Es la
primera vez que hablo (y en especial tanto rato) con un guapo y se me ha hecho
muy cercano. Todos los psicólogos dan la mano pero yo no siento que me haya
dado la mano un psicólogo. A mí me la ha dado mi amigo Ian, alguien con el que
he pasado un muy buen rato y para mi es muy especial poder tener una foto que
será un recuerdo imborrable de un día mágico.
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